Mama Elo.



El principio de esta historia, se remonta a muchísimos años atrás, una época en que ni tu ni yo habíamos nacido, porque para entender a una persona hay que comprender también el contexto de las cosas, ¿donde creció?  ¿como lo hizo?  ¿con quien lo hizo?, no solo hay que ver la forma que tiene ,si no también el fondo.

Este sera un breve paseo por el fondo, un ticket de viaje a la profundidad.

Mi familia, que es también tu familia, tiene una historia alucinante, cuando me sentaba en la cocina a escuchar las historias de mi abuela y mi abuelo, solía pensar que sus vidas eran dignas de ser escritas en un libro. Don Raul y Doña Eloisa, papá Raul y mama Elo para los nietos ya que nunca nos dejaban llamarlos abuelos, eran gente dura, dura de verdad de haber pasado penurias y sufrido la vida de antes sin lujos ni comodidades.

Mama Elo tuvo 13 hijos y 5 abortos, por lo que paso desde los 16 años hasta pasados los 40 preñada hasta el cuello y siendo incapaz de decirle a su esposo, ya no mas, ni uno mas porque no tenemos dinero ni para darles de comer, los tuvo alejada de la comodidad de un hospital, en casa, con ayuda de una comadrona, de sus hijas mayores y de la virgencita en la que tanto creía. No sabia ni leer ni escribir, tenia unas manos fuertes, de haber trabajado el campo toda su vida, de lavar en el río, de remendar calcetines y calzones y de hacer la ropa de sus hijos y de extraños en su vieja maquina de coser de pedal.

Era buena, la mas buena, difícilmente tenia un mal gesto,nunca la escuche decir una mala palabra, menos aun una grosería, sonreía, no ha carcajadas si no en silencio y con apenas una media luna dibujada en el rostro y nunca se quejaba, solía decirme:

-"estudia mucho por si te toca un mal marido puedas dejarlo y sacar adelante a tus hijos, no como yo que no sabia ni leer ni escribir"

Mi abuelo Don Raul le pego alguna vez, era su culpa por supuesto, pero también de la sociedad machista e imperante en aquella época, en el fondo todos eran actores de un sistema, en el que por fortuna nacías verdugo o por desgracia nacías victima.

Cuando se caso con mi abuelo, la vida les sonreía, pero un día tuvieron que sufrir penurias y hambre, ella como mujer fuerte que es, afronto esas penurias de frente y a la cara, no sabia leer ni escribir, así que hacia guantes de seda bordados, manteles, servilletas para vender y poder mantener a su familia.

Tu conociste a mi abuelita, había enfermado cuando naciste, pero te quería muchísimo, tenia un libro mágico en el que estaba aprendiendo a leer y en medio de sus paginas a modo de separador tenia tu fotografía, un bebe recién nacido acomodado entre plumas simulando las nubes y un fondo azul simulando el cielo, nos quería muchísimo, y yo a ella, quiero y quería su fortaleza, su resiliencia, su saber estar y ser sin demasiado alboroto.

Se levantaba temprano siempre, se lavaba, peinaba su largo cabello en dos trenzas que ataba  al final con dos cordones negros, a su melena negra que con los años torno plateada, le daba lustre con vaselina liquida, lo que le daba un olor peculiar , siempre vestía de colores claros porque a mi abuelo no le gustaban los colores oscuros, siempre usaba faldas, nunca pantalones, y encima de su ropa diaria llevaba un mandil de cuadros, yo por alguna razón siempre lo recuerdo de color azul, aunque quizá hubo mas colores, desayunaba un taquito de frijoles con salsa verde que siempre tenia en el refrigerador, en casa nunca faltaban tortillas, frijoles y salsa, entonces le preparaba el desayuno a el y se ponía a hacer los quehaceres de su casa, las camas, barrer, hacer la comida, dar de comer a veces a dos , a veces a diez, si lo pienso bien, nunca la vi descansar por puro gusto, sentarse a ver la televisión, evidentemente no a leer un libro, aunque ya en sus últimos años, por las tardes se sentaba con mi abuelo a ver la noche caer.

Mama Elo sufrió una embolia, tras la recuperación arrastraba la pierna izquierda por lo que un mal día tropezó y rompió la cadera, en el intento de recuperarse murió el 9 de septiembre de 2007 en unas circunstancias por lo menos curiosas, que te contare otro día.

Mama Elo me enseño cosas básicas de la vida, a matar una gallina, a desplumarla, a hacer un guacamole de molcajete, me enseño a mantenerme indemne, a plantarle cara a las tormentas, a sonreír siempre, aunque sea en silencio, aunque sea un poquito, pero siempre, a tener una mano abierta para quien lo necesite.

Porque te quiero y sé hija mía que es muy importante saber de donde venimos para tener muy claro hacia donde vamos.

Con cariño y amor eterno.

Mamá-

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